Este enorme flujo de materiales entraña además
el derroche irracional de los mismos, los cuales requirieron para su
fabricación la extracción de materias primas y recursos de la
naturaleza, como madera, petróleo, minerales, nutrientes del suelo. La
extracción y el procesamiento de materiales consume energía (obtenida
principalmente del petróleo y del gas), genera residuos, contaminación,
altera estructuralmente muchos ecosistemas y afecta la vida de diversas
comunidades.
Esta problemática, percibida con
claridad desde hace muchos años, se ha visto agravada cada vez más por
los hábitos de consumo promovidos en gran medida por las grandes
empresas multinacionales y sus publicidades. La cantidad de residuos
producidos por habitante ha aumentado; han aparecido muchos más residuos
de difícil tratamiento como los productos eléctricos y electrónicos, de
los cuales las empresas que los venden no se hacen responsables; se ha
masificado el uso de productos y envases de “usar y tirar”, sin
reflexionar demasiado sobre el impacto ambiental que esto trae
aparejado.
Desde esta mirada y entendiendo la
insustentabilidad ambiental y social de todo este sistema de producción y
consumo, se ha desarrollado el enfoque de Basura Cero, que apunta a
modificar el manejo que hacemos de los residuos, pero fundamentalmente a
intervenir en la generación de los mismos, con el objetivo de promover
prácticas como el reciclaje y la reutilización, que den lugar a flujos
circulares de materiales, y también reducir a través de diversas
estrategias la cantidad de residuos que generamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario